viernes, 20 de noviembre de 2009

Hacia un crecimiento con inclusión: la asociatividad como estrategia de desarrollo para las micro y pequeñas empresas agropecuarias en el Perú


Es innegable el desempeño favorable de la economía peruana en los últimos años. A la fecha, el crecimiento del PBI ha alcanzado un record histórico: 87 meses de crecimiento continuo, periodo en el que además las exportaciones se han cuadriplicado. De otra parte, la pobreza entre 2004 y 2007 ha retrocedido 5,2 puntos porcentuales, todo ello al tiempo que la inflación desde hace 11 años se mantiene en valores de un solo dígito y el clima generalizado de estabilidad ha contribuido a reducir la percepción de riesgo de los inversionistas extranjeros hacia nuestro país.

Sin embargo, a pesar de estas cifras favorables, es necesario no perder de vista que se trata de promedios, y como tales, no reflejan las marcadas diferencias estructurales que existen aún en el país. Así por ejemplo, mientras en la costa la pobreza el 2007 alcanzaba al 22,6% de la población en la sierra la pobreza alcanzaba al 60,1%. Se observa, entonces, que el crecimiento económico del Perú no ha significado aún un desarrollo inclusivo que revierta la situación de desigualdad existente en el país.

Analizando la estructura empresarial, vemos que las grandes y medianas empresas apenas suman 11,718 unidades productivas, lo que constituye el 0,36% del total; pero, concentran el 46% del PBI; mientras que, las MIPE son la mayor parte del gran universo de unidades productivas del país al llegar a más de 3 millones de unidades (99.63% del total) y contribuyen con el 35% del PBI.

Si analizamos los datos por sectores económicos, vemos una característica muy importante pero poco rescatada en la elaboración de políticas públicas: las MIPE pertenecen mayoritariamente a actividades agropecuarias (y de pesca). En efecto, según cifras sistematizadas por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, las micro empresas en el sector agropecuario y pesca llegan a 1.896.872 cifra que representa un 60% del total de micro empresas.


Dado este gran peso de las MIPE agropecuarias, algunas preguntas surgen: ¿por qué las políticas de promoción a las MIPE no se han dirigido hasta la fecha a las MIPE agropecuarias? ¿será esta la razón de no haber tenido éxito en el objetivo de formalización de las MIPE? ¿existen políticas consistentes (coordinadas) entre los sectores rectores de la política hacia la micro y pequeña empresa y de la política agropecuaria en el país?¿cuáles son las características principales que deben ser tomadas en cuenta para la formulación de políticas a favor de las MIPE en el país? ¿qué herramientas deben utilizarse para promoverlas?.

Una alternativa asociativa que ha demostrado su viabilidad social y económica, dada la realidad rural del Perú, son las Redes Empresariales. A partir de la experiencia del Programa APOMIPE se pueden identificar elementos de reflexión y propuesta, orientados a diseñar estrategias macro de intervención para promover a las MIPE agropecuarias en el país.

1 comentario:

  1. Hola Hernán, es interesante como el uso de imágenes y tics contribuye ampliamente en la difusión e inclusión de estas estrategias y propuestas de intervención en la reflexión y formulación de las políticas a favor de las MIPES. Considero que evidenciando estos logros, aprendizajes y buenas prácticas podremos motivar a la discusión de estas interrogantes.

    Buen trabajo!!!

    ResponderEliminar